Monasterio de Santa María de Valbuena
Conoce el monasterio
El Monasterio de Santa María de Valbuena es un perfecta muestra de la austeridad del arte representativo de la comunidad Cisterciense es el sede permanente de la Fundación Las Edades del Hombre desde el año 2002. Está ubicado en plena ribera del río Duero en la localidad vallisoletana de San Bernardo y rodeada de centenarios viñedos.
La construcción fue fundada en el año 1143 por doña Estefanía de Armengol, hija del V Conde de Urgel y nieta del Conde Pedro Ansúrez y constituye, a juicio de los expertos, uno de los conjuntos cistercienses de origen medieval mejor conservados de todo el continente europeo.
Su sobriedad nos traslada al siglo XII y es patente en la pureza de líneas de la iglesia, en el claustro bajo, ejemplo de la transición del románico al gótico, y en las estancias anejas a este. Esa austeridad va dando paso a la ornamentación, con el levantamiento del claustro alto durante el siglo XVI.
IGLESIA
La iglesia tiene tres naves, crucero y cabecera formada por una monumental capilla mayor a la que flanquean cuatro capillas laterales.
La cabecera y el crucero, cubierto por bóveda de cañón apuntada, corresponde a la etapa primitiva del monasterio, en torno a fines del siglo XII. El cuerpo de la Iglesia formado por sus tres naves, la central de mayor desarrollo tanto en anchura como altura, se encuadraría ya en pleno siglo XIII. Estas naves están cubiertas con bóvedas de crucería. El coro se añadió en el XVI mientras que el cimborrio fue levantado durante el XVIII.
El retablo mayor fue obra en el siglo XVIII de Pedro de Correas, poniendo toda la escenografía barroca al servicio de su imagen principal, la Virgen de la Asunción, a quien está dedicado. Del resto de los retablos destacan dos tablas atribuidas a Gregorio Fernández: San Bernardo recibiendo la leche de la Virgen y la Sagrada Familia.
CAPILLA DE SAN PEDRO
Se trata de una capilla gótica de una sola nave, construida en el siglo XIII. Lo que hoy contemplamos es producto de una serie de intervenciones del siglo XVIII realizadas para acondicionar el espacio a Sala Capitular.
Destacan sus pinturas murales, datadas de mediados del siglo XIII y encuadradas dentro del llamado gótico lineal. Se diferencian tres momentos: una escena cortesana con dos personajes protagonistas que posiblemente representen al rey Alfonso VII y Doña Urraca Fernández, hija de la fundadora del monasterio.
Otra pintura representa una batalla aún no identificada entre moros y cristianos; y un lucillo pintado que representa la Adoración de los Reyes y la Anunciación, rodeados por músicos con instrumentos de la época.
CLAUSTRO
El claustro es buena muestra de los dos momentos de esplendor que tuvo el monasterio a lo largo de su historia: mientras que el piso bajo se construyó a lo largo del siglo XIII, en una transición del románico al gótico, el alto no se edificó hasta el XVI, en el primer Renacimiento.
Decorativamente, mientras que en el bajo están presentes los ideales de austeridad y sencillez de los que hacía gala el Císter, en el alto vemos una decoración propia del siglo XVI con importante presencia de bustos de personajes históricos y alegorías, pero la falta de atributos e inscripciones dificulta su identificación.
El claustro está cubierto de pinturas. Es en la galería norte la que mejor se han conservado las pinturas de los lunetos. Se representa el ciclo de la Pasión de Cristo. Son pinturas romanistas de mediados del siglo XVI, con una gran influencia italiana.
REFECTORIO
El refectorio, construido en el siglo XIII, es la estancia más amplia de todo el conjunto monástico. Es el espacio utilizado como comedor por los monjes mientras escuchaban oraciones y lecturas sagradas. En el extremo derecho del fondo hay una escalinata que conduce al hueco que se observa en la pared, donde estaría instalado el púlpito.
SALA DE TRABAJOS
Es una de las partes con mayor antigüedad junto con la cabecera de la Iglesia. Se construyó a fines del siglo XII y está orientada al este para que recibiera los primeros rayos del sol y los monjes pudieran trabajar por la mañana. En esta sala realizaban toda serie de labores cotidianas que les servían para mantener una independencia absoluta del mundo exterior. En ella se observa muy bien el tránsito del románico al gótico: arcos de medio punto se apoyan sobre ménsulas, pero a su vez bóvedas de crucería que anuncian el nuevo estilo. En la actualidad,
ANTIGUA COCINA
Se edificó en el siglo XIII, pero fue muy reformada en épocas. Su chimenea se trasladó desde una ubicación central original hasta un extremo y así poder calentar también las paredes compartidas con el refectorio. Se conserva también el pozo conectado a un aljibe.
En este lugar comienza la visita turística del monasterio y se encuentran a la venta toda la colección de publicaciones, catálogos y artículos de regalo.
Es utilizada para albergar exposiciones temporales que complementan las visitas a Santa María de Valbuena.
